La restauración de Can Monroig fue integral, las cubiertas se rehicieron totalmente, dotándolas de un sistema de auto ventilación y usando morteros de cal y aislantes naturales que dejasen respirar el edificio y evitasen la condensación y las humedades.
Los forjados tuvieron que reforzarse pero se reutilizaron en su mayor parte las vigas originales. Para dejar a la vista distintos elementos arquitectónicos como arcos, lagares o portales de piedra, se quitó la tabiquería añadida probablemente a finales del XIX, abriendo espacios y creando volúmenes sorprendentes.
En ninguna fase de la restauración se utilizó cemento portland, en su lugar se usaron cales hidraúlicas de gran resistencia a corto y largo plazo. Los morteros de cal, junto con aislantes de carácter ecológico aplicados en la construcción original de tapial, hacen que el nivel de aislamiento, la eficiencia térmica y el grado de confort sean insuperables.
Los suelos de la planta baja se rehicieron utilizando losas de piedra antigua similares a los que se hallaron en algunas zonas de la casa. Los suelos de la cocina así como los de los baños y las paredes de estos están hechos con la técnica de tadelakt, técnica de origen marroquí que consigue unos revestimientos de cal totalmente impermeables al agua pero permeables al vapor de agua.
Todas las paredes construidas originalmente en tapial, tierra y piedra, se repicaron, consolidaron y revocaron con morteros de cal y aislantes naturales. Posteriormente se pintaron con pinturas naturales de cal, arcilla o caseína. Pinturas todas ellas transpirables que regulan la humedad.
Las puertas del primer piso (en la planta baja todos los espacios están abiertos y no hay puertas interiores) son de época, alguna de ellas gótica, talladas y con policromías originales. Para igualar el color de las vigas antiguas se realizaron pátinas a base de pinturas al agua, de fácil reversibilidad y nula toxicidad.
Los acabados de las maderas son a la cera o aceite. En la decoración se combinan muebles vintage, muebles antiguos y de diseño propio o customizados. El mobiliario de cocina, armarios roperos o la librería de la oficina están diseñados expresamente para la casa y fabricados en hierro por un artesano local, posteriormente pintado por Marie-Noëlle Ginard.