En el año 2012 trabajamos en un proyecto de construcción sostenible de dos viviendas en Camerún. En una de ellas, ya en fase de terminación, nuestro trabajo consistía en supervisar los acabados y la decoración de la casa. Localizando materiales locales como el ladrillo de tierra cocida, artesanos de la zona para los trabajos de carpintería y hierro; buscando soluciones decorativas inspiradas en el continente africano. Con un seguimiento en sitio de los acabados a base de mortero de cal, pinturas naturales o tadelakts; diseño del mobiliario en baños, cocina y otras habitaciones en colaboración con un ebanista local.
La segunda casa debía construirse a base de ladrillo de tierra (BTC) y tapial (tierra apisonada), recuperando y reinterpretando la construcción tradicional camerunense; un ejemplo en la arquitectura actual en África, respetuosa con los métodos tradicionales pero sin perder de vista las ventajas de las técnicas de la construcción sostenible actual. Realizamos varios bocetos inspirándonos en una de las pocas construcciones antiguas que pudimos visitar en la zona. Se trataba del palacio de Foumban en Bafoussam en el nor-oeste de Camerún. Elementos para una decoración camerunenseDentro de un contexto tradicional, de construcción ecológica y sostenible como es la construcción en tierra, el reto era conseguir una atmósfera contemporánea sin perder el vínculo con los oficios artesanales, los materiales nobles como la madera o con otros más humildes como la caña de bambú o la palma. Todo ello siguiendo la huella de los Bamiléké, una etnia cuya cultura, potente y rica , está muy presente en la zona oeste del Camerún.Por eso, no dudamos en recorrer carreteras, pueblos y mercados en busca del artesano que nos sorprendiera, de las “chefferies”-jefaturas- con sus increibles tejados, tallas y telas antiguas; de las humildes casas tradicionales construidas en adobe ; de la sorprendente puesta en escena de las pequeñas tiendas y puestos callejeros o de los coquetos ” salons de coiffure”… Increibles!!!!
El taller de el artesano Paul Tabou, nos hizo pensar en lo que debieron ser los talleres de artista de finales del XIX o principios del XX en Europa. Lugares sencillos, sin ninguna comodidad ni pretención pero llenos de magia, arte y creatividad. ¡Cómo nos hubiese gustado decorar una casa inspirándono en este artista camerunense!
Como contamos hace unos meses en nuestro blog, después de Camerún el proyecto no tuvo continuidad porque trabajar en África tiene sus complicaciones y tuvimos que volver a Mallorca, pero la experiencia fue inolvidable y nos ha servido para valorar la vida en esta isla; seguir aprendiendo y experimentando con lo que más nos gusta que es la restauración de casas antiguas, recuperando ruinas y devolviéndoles el alma.